Amantes.

Espectadores de los silencios largos,

Yonkis de sudor,

Domadores de emociones,

Verdugos de vergüenzas,

Catadores de miedos,

Siervos de pasiones,

Amos de deseos,

Exploradores de piel,

Lectores de lascivias,

Mímicos de sabanas,

Pintores de placer,

Místicos de rutinas,

Señores del perdón.

Amantes.

Guerra.

Tengo una batalla cada mañana,
Es mirarte a los ojos
Y no decirte nada.

Tengo una trinchera,
Donde puedo matarme,
Mi munición son los besos,
No estas a tiro
Y aun no he podido dispararte.

Me despierto entre cadáveres de palabras,
Su sangre no me molesta
Me sirve para engañarme.

Tengo una batalla cada mañana,
Es decirte que no me importa pisar tu campo de minas,
De perder el corazón en tus alambradas.

Quiero ser soldado raso mi capitana,
Destinado a un lado de tu almohada.

Lleno de idiotas.

El amor esta lleno de idiotas,
Creeme.
De ganas que se quedan en portales,
De deseos que deberían estar en colas de cometas,
De pocos pétalos de margaritas sobre el asfalto,
De notas en el tintero,
De rellanos de ventanas sin charlas de madrugada,
De idiotas.

En un mar.

Imperfectamente bella

En un mar de sabanas perfumadas,

Obtusamente abierta 

en una playa de emociones,

Eléctricamente mojada

En una marejada pasional.

Puff

Con una mirada va y te atraviesa,
Te envenena de larvas el estomago,
Y como un rayo en la segunda mirada
Puff de larvas a mariposas.
Y ¿Que coño piensa ella?
Porque si quieres un órgano,
Te dejo mi corazón,
Sesión de canibalismo en tu habitación,
¿Te apetece?
Pero antes méteme insecticida por la boca,
O lo que quieras,
Pero con calma,
Que bichos en mi cuerpo asusta,
Puff de amor a sexo, ¿Te apuntas?

Seremos locura.

Seremos trasteros de payasos retirados,
Caminantes de baldosas amarillas para daltonicos,
Mendigos de ascensores a media noche
Comiendo espaguetis hasta besarnos.

Seremos locura de relojes de arena,
Cangrejos que anda hacia delante
Cantando con mujeres de cabeza de pez.

Seremos botas de siete leguas
a escala uno cien.

De Tintin

Como si de una aventura se tratase,
Mi Tintin interior cayo enamorado de sus misterios,
De sus preguntas de revistas sin hojas,
Ese metro dejo de serlo por unos instantes
Para convertirse en un tren de peligros al Cairo,
Y allí no estaba Milu ni Haddock,
La única que estaba allí eras tu.